Como ya hemos ido mencionando en otros post, recibir una llamada de tu inquilino nunca son buenas noticias, sin embargo cuando la llamada de tu inquilino es para informarte de que dentro de un mes se marcha es uno de los peores momentos para tí. En el mejor de los casos, vas a pasar de cobrar tu mensualidad religiosamente a recibir el piso, tener que inspeccionarlo y si no hay ningún tipo de desperfectos iniciar de nuevo el tedioso proceso de alquiler con todo lo que eso conlleva en cuanto a adecentarlo, publicar el anuncio si es que no lo lleva una agencia inmobiliaria, recibir cientos de llamadas y realizar entrevistas hasta que a alguien le guste el piso y a nosotros nos guste el candidato, amén de elaborar el contrato, enviar fianzas al organismo correspondiente, etc, etc.
Y hay que tener en cuenta que por muy bien que te entreguen el piso nunca o casi nunca va a estar en el mismo estado en que tú lo entregaste. Por eso prepárate para realizar un desembolso de dinero de al menos el equivalente al cambio de cerradura o bombín. Este sería el mejor de los casos, pero ¿y si no tenemos tanta suerte y nos entregan el piso con desperfectos? Aquí comienzan nuestros dolores de cabeza.
Cuanto más tiempo esté cerrado el piso entre inquilino e inquilino más dinero vas perder. Sin embargo, siempre necesitas un tiempo, por pequeño que sea, para dedicarte a arreglar esos desperfectos. Cuanto menos tiempo le dediques menos dinero perderás en concepto de renta de alquiler. Por otro lado tenemos la fianza del inquilino. Se trata del dinero que hay que emplear para arreglar todas las roturas que haya ocasionado, siempre en el caso de que haya pagado hasta el último mes. Ya sabemos que hay una costumbre bastante generalizada por parte de los inquilinos de no pagar el último mes para así no salir nunca perdiendo. Lo que recomendamos, si se puede, es pedir dos meses de fianza y de esta manera solucionaremos este posible problema o mejor dicho un mes de fianza y otro mes de garantía adicional para ser totalmente escrupuloso con la ley.
Por tanto, si los daños que nos encontramos no revisten demasiada gravedad, lo más recomendable es proceder a su reparación con el dinero de la fianza y pasaremos a devolverle a nuestro inquilino la cantidad restante adjuntando las facturas de las reparaciones efectuadas. Esto es lo que ocurre normalmente. Pero si, por el contrario, nos encontramos que nuestra vivienda ha sufrido daños malintencionados tendremos que interponer una demanda contra los inquilinos y será el seguro el quien se haga cargo de la reparación y del proceso judicial contra ellos. Esto, sin lugar a dudas, supone una mayor inversión en tiempo y por tanto en dinero, pero se hace necesario porque se supone que la reparación de este tipo de daños será mucho más costosa.
No hay que hacer un drama de todo esto. Simplemente es un negocio y todo tiene arreglo. Los daños que nos han dejado se reparan intentando que supongan el menor coste o esfuerzo económico para nosotros y en cuanto lo tengamos listo lo sacamos otra vez al mercado. Hay que ser optimistas y pensar que no siempre nos va a ocurrir esto, lo normal es que elijamos a unos inquilinos que nos cuiden la casa y que estén contentos tanto ellos como nosotros.
Imagen CC0 1.0. The EnergySmart Academy
1 comentario en «Tu inquilino deja desperfectos en la vivienda al marcharse, ¿Qué hacemos?»